Bien, todo ha pasado ya: el trabajo de parto, el nacimiento de tu bebé, las visitas en el hospital, indicaciones, chequeos de los médicos, y estás en casa con tu pequeño recién nacido, y te das cuenta que ha llegado la hora para que tu bebé tenga su primer baño en casa. ¿Te encuentras nerviosa? ¡No te apures! Aunque el primer par de baños pueden ser un tanto retadores, pronto serás toda una profesional y lograrás que tu bebé esté fresc@ y limpi@.
Recuerda que los bebés nacen con una delgada piel que es una barrero que los protege contra agentes patógenos. Sigue las indicaciones de tu pediatra para la frecuencia en los baños. Si eres obsesiva con la limpieza, debes tener cuidado de no bañar con demsaida frecuencia a tu bebé, pues podrías afectar la protección natural que le brinda esta delgada piel.
Recuerda tener a la mano lo necesario:
- Toallas
- Esponja para bebé (aquí puedes encontrar divertidos diseños en accesorios de baño para bebé)
- Tina para bebé
- Jabón para bebé
- Shampoo para bebé
- Aceite para bebé
- Agua tibia, de contacto agradable con el dorso de tu mano o codo.
- El jabón y shampoo búscalos preferentemente neutros, evitando las escencias concentradas, siempre buscando que sean lo menos irritantes para la delicada piel de tu retoño.
Recomendaciones
- Evitar bañarlo donde hay corrientes de aire frío
- Maneja con cuidado el cordón umbilical si aún no ha caído. Pasa de manera suave la esponja, procurando no lastimarlo. Hazlo sin miedo, pero delicadamente. Verás que es fácil.
- Evitar atender llamadas telefónicas o levantarte a la puerta. Los bebés no pueden sostenerse por sí solos y nadie desea un accidente. Siempre extrema las medidas de seguridad. Usa calzado que no derrape con facilidad, porque al sacarlo de la tina el piso puede estar húmedo.
- Humedece poco a poco la piel del bebé, y háblale suavemente sonriéndole. La actividad debe tener su toque relajante para ambos. Disponer música de fondo es buena idea, procurando que sea música especial para bebés.
- Frota en el jabón la esponja húmeda, y pásala con suavidad por su cuerpo, evitando el contacto con los ojos. Enjuaga con el agua tibia que has preparado previamente. Aplica el shampoo según las indicaciones de tu pediatra, si es que ya lo puedes usar.
- Si usa mamilas, ¡ten lista una porque será su premio al terminar el baño!
En breve te daremos más tips para el feliz momento del baño.
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